Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DEL PERÚ



Comentario

Capítulo XXVI


De la ciudad de Nuestra Señora de la Paz y su descripción y nombre antiguo de Chuquiapo

Aunque ahora, conforme el orden que va corriendo en las ciudades deste Reino, se seguía el Cuzco, pero por haberlo puesto en el primer lugar, como cabeza destas provincias, habremos de saltar adelante. Después del Cuzco se sigue la provincia de los Canas y Canches, muy rica de ganado, y tras ella la del Collao, llana, llena, grande y rica, porque es la provincia de mayores pueblos de indios más ricos y poderosos del Reino, a causa de la mucha contratación y del infinito ganado de la tierra que por ella se cría, con que se trajina el vino, coca, azúcar, harina, maíz y demás bastimentos. Es esta provincia, y todas las más que se siguen hasta Potosí, frígida y estéril de maíz y trigo, pero abundante de papas y chuño. Hay por toda ella muchas estancias de ganado de Castilla, ovejuno y vacuno. Cayó en gran manera de su prosperidad con la ruina de Arequipa, que era negocio de excesivo interés el del trajín del vino y muchos hombres ricos quedaron pobrísimos.

Pasada esta provincia, entra la de Chucuito que también es Collao, y tiene una ciudad en ella que se llama Chucuito, aunque es pueblo de indios. Los pueblos desta provincia son grandísimos y hay en ellos a tres y cuatro sacerdotes que los doctrinan. Esta provincia tiene título de gobernación, y al remate que se sale della, entra el distrito de la ciudad de la Paz, por otro nombre Chuquiapu, de quien vamos tratando. El nombre de Chuquiapu, aunque corrupto por los españoles llamándola Chuquiago, le tuvo desde el tiempo que los Yngas la conquistaron con la provincia del Collao. Cuando el Ynga Huayna Capac entró a este asiento donde había infinitos indios, adoraban un cerro que está en el dicho Apu. Como algunos indios del Cuzco entendiesen que en el cerro había mucho oro, dijéronle al Ynga, el cual mandó juntar muchedumbre de indios y cavar en él, y así saco grandísima cantidad de oro, y desde entonces se llamó Chuquiapu, que significa: señor de oro, porque chuqui es el oro, y apu, señor.

Después, cuando el licenciado Pedro Gasca vino a este Reino contra Gonzalo Pizarro, que le tenía tiranizado, y en Xaxaguana, cuatro leguas del Cuzco, le desbarató, prendió y mandó cortar la cabeza, sabiendo la riqueza deste asiento, y la mucha comodidad que había para poblar en él, mandó al mariscal Alonso de Alvarado, caballero del hábito de Santiago, que fundase allí una ciudad con nombre y título de Nuestra Señora de la Paz, por haberse poblado en tiempo que el Reino estaba quieto y pacífico, y le dio y puso en ella vecinos encomenderos, repartiendo entre ellos los indios comarcanos. Es ciudad de muy buen temple y de grandísimo regalo, y hay en ella muy nobles caballeros e hidalgos. El lenguaje que hablan, y en todas las provincias de su distrito hasta Potosí y los Charcas, es el aymara, lengua fácil y copiosa, y en esta ciudad se habla con toda la pulidesa y elegancia que la quichua en el Cuzco. Hay cinco conventos de religiosos: de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín, Nuestra Señora de las Mercedes, donde tiene una imagen de muchos milagros, la Compañía de Jesús, y un hospital muy bueno, dos parroquias de indios: una dicha San Pedro, que tienen a su cargo religiosos franciscos. Otra de San Sebastián, hase erigido al presente por Catedral, y es un obispado de buena renta.

En su distrito, habrá cuatro años, se han descubierto unas riquísimas minas de plata, tas cuales en breve han dado de sí mucha abundancia de barras. Se ha poblado en ellas una villa llamada Hururo, de quien se tiene grandísimas esperanzas que a de ir muy adelante, y que será negocio de una prosperidad notable, y el día que se les repartiesen indios, para su labor sería sin número el metal que se beneficiaría, porque el que ahora se saca y labra, como son los indios a mucha costa, es poco y de mucho valor, y se deja el que es de menos valor, aunque es mucho en cantidad.

Diez leguas antes de llegar a esta ciudad se remata la famosa laguna de Titicaca (por otro nombre de Chucuito), por estar en su ribera muchos y muy grandes pueblos, y el maíz nombrado es Chucuito. Pero sin duda es más famosa, ilustre y célebre, por tener en un rincón de sí la famosa imagen de Nuestra Señora de Copacabana, en un convento de religiosos agustinos, donde hubo antiguamente una frecuentadísima huaca y adoratorio, a donde concurrían los indios como en romería, y ahora de todo el reino van a visitar a la sagrada imagen de la Madre del Verbo, Hijo de Dios, la cual ha resplandecido con infinitos milagros. Se ven cada día prodigiosas maravillas de enfermos, lisiados, cojos, tullidos y mancos, que acuden a la Virgen Santísima, al remedio de sus trabajos, y hallan en ella amparo, refugio y consuelo, como en Madre de Piedad, y así españoles e indios frecuentan de manera aquella Santa Casa, que apenas se vacía de peregrinos y necesitados, como en Italia la Ilustrísima Casa de Loreto, y en España Monserrate, Guadalupe y otras celebradas, para que en todas las provincias del mundo sea honrada y ensalzada esta Señora, y todas las naciones experimenten sus favores e intersecciones.